Del sueño al propósito

Volver a la Universidade da Coruña es, para mí, un propósito cumplido. El verdadero logro será que este regreso sirva para que más personas aprendan a mirar la realidad económica con rigor, sentido práctico, responsabilidad y pasión

Vuelta a la universidad

Vuelta a la universidad

A quienes me enseñaron a aprender y a quienes hoy tengo el privilegio de acompañar en ese camino.

De alumno a profesor en la Universidade da Coruña: volver para seguir aprendiendo. Volver a la universidad donde me formé no es solo cerrar un círculo. Es abrir un propósito. Desde hoy me incorporo como profesor en la Universidade da Coruña, en el área de Fundamentos del Análisis Económico, en la misma facultad en la que cursé mi licenciatura. Este paso da nuevo sentido al trayecto recorrido fuera del campus: empresas, proyectos, aciertos, fracasos y muchas horas de aprendizaje práctico que ahora tienen destino en el aula.

Para qué vuelvo

La universidad es un puente entre el saber y el hacer. Mi objetivo es contribuir a reforzarlo desde tres convicciones simples:

  1. La docencia es herramienta, no dogma. No se trata de repetir fórmulas, sino de ofrecer marcos, preguntas y método para que cada estudiante construya su criterio.
  2. La praxis importa. La teoría cobra vida cuando explica un caso real, cuando ayuda a decidir y cuando mide consecuencias.
  3. Aprender es un proceso compartido. Enseñar es acompañar, escuchar y facilitar. La curiosidad es la materia prima; la humildad, el catalizador.

Qué llevaré al aula

  • Casos reales de economía aplicada: decisiones de inversión, tecnología en los negocios, análisis de riesgos, métricas de desempeño, financiación y evaluación de proyectos.
  • Metodologías activas: el talento en el centro, resolución de problemas abiertos, simulaciones, revisión por pares y pequeñas “clínicas” de datos para contrastar hipótesis.
  • Puentes con la empresa: invitación a empresarios, a profesionales, retos breves con organizaciones y lectura crítica de informes para entrenar criterio económico.
  • Ética y responsabilidad: implicaciones de cada decisión sobre personas, mercados y entorno. El “cómo” importa tanto como el “qué”.
  • Evaluación transparente: evidencias de aprendizaje y feedback útil que permita mejorar.

“La tiza ya no mancha como antes, pero la curiosidad sigue dejando huella”

Desafíos y aprendizajes en el aula

Aunque el propósito y los métodos propuestos nacen de la experiencia, reconozco los desafíos inherentes a llevar la teoría a la práctica: limitaciones de tiempo, diversidad de intereses entre estudiantes, resistencia al cambio metodológico o dificultades para vincular suficientemente la universidad con la empresa.

Estos retos son parte del proceso y constituyen oportunidades para aprender junto al alumnado, a ajustar el enfoque y, sobre todo, a mantener la docencia en continua evolución. No pretendo tener respuestas cerradas, sino buscar soluciones colectivas ante obstáculos reales, porque enseñar y aprender nunca están exentos de fricciones y matices.

Qué espero de mis estudiantes

Tres verbos sencillos: observar, preguntar, contrastar. Observar la realidad con datos y contexto. Preguntar para abrir ángulos y evitar atajos. Contrastar para distinguir opinión de evidencia. Si logramos esto, la asignatura habrá cumplido su función: pensar mejor para decidir mejor.

Compromisos que asumo

  • Rigor y claridad. Explicar conceptos complejos con lenguaje llano y ejemplos verificables.
  • Actualización constante. Integrar tendencias, informes y casos recientes que den relevancia al contenido.
  • Acompañamiento. Tutorizar proyectos y ofrecer espacios de consulta con tiempos y objetivos definidos.
  • Coherencia. Exigir lo mismo que me exijo: preparación, puntualidad, respeto por el trabajo de los demás.

Lo que me ilusiona de esta etapa

Regresar como profesor permite devolver parte de lo recibido. También obliga a seguir aprendiendo. Cada promoción trae miradas nuevas, preguntas que incomodan lo obvio y energía para explorar caminos que quizá la rutina habría dejado a un lado. Esa es la mejor garantía de que la universidad sigue viva.

Gracias

A quienes me abrieron puertas, me corrigieron cuando fue necesario y me animaron a intentarlo de nuevo cuando algo no salió bien. A mis profesores de entonces, D. Jose, M. Castellano, D. Felix Doldan Tie, D. Xoaquín Álvarez Corbacho… A mis colegas de ahora y a las personas con las que trabajo fuera de la universidad. Todo suma cuando se comparte. Hoy empiezo a devolver, desde la experiencia, una parte de lo mucho recibido.

Invitación

Si eres estudiante, acércate con preguntas. Si eres egresado o formas parte de una empresa, propón un caso o un reto. Si compartes interés por tender puentes entre universidad y empresa, hablemos. La comunidad se fortalece cuando cada pieza encuentra su lugar.

Volver a la Universidade da Coruña es, para mí, un propósito cumplido. El verdadero logro será que este regreso sirva para que más personas aprendan a mirar la realidad económica con rigor, sentido práctico, responsabilidad y pasión. Ese es el trabajo que empieza hoy.

“Si crees y perseveras, creas”. Guillermo Taboada

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta