BBVA constata una tensión política «extrema» en España, al mismo nivel que en EEUU con Trump

Las manifestaciones pro-palestinas provocan que se dispare la incertidumbre a máximos no vistos en más de un año, pudiendo suponer un freno al consumo o a la inversión

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del BBVA, Carlos Torres. Foto: Pool Moncloa, Fernando Calvo

El ruido de la política ya alcanza niveles ensordecedores. El BBVA constata un repunte de las tensiones en España tras el inicio del curso y al calor de las protestas pro-palestinas en contra de la ocupación de Israel a la Franja de Gaza, unas cotas de aumento «extremos» que, en el caso de la división política local, solo tienen comparación con lo que está sucediendo en Estados Unidos tras apenas diez meses de la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca.

Y, mientras la economía y la empresa claman por el silencio y la estabilidad, el monitor de riesgos geopolíticos que elabora el centro de estudios de la entidad, actualizado este miércoles, señala que el escándalo de la política en España encadena semanas de avance «extremo», en comparación con los niveles medios habituales para el país, al tiempo que se han recrudecido las protestas, al calor de las manifestaciones que bloquearon la final de la Vuelta a España y que han denunciado la «masacre» en Gaza.

De hecho, las señales relativas a protestas escalan un 5% y parecen no tocar techo. Hace un año, en noviembre, hubo un repunte en este indicador, coincidiendo con las manifestaciones multitudinarias por la gestión de la Dana del 29 de octubre en Valencia, así como numerosas concentraciones en la madrileña calle de Ferraz, donde el PSOE tiene su sede, contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

De hecho, España ha pasado de ser el único con un alza «extrema» del indicador de protestas -hace solo una semana-, a sumarse otros países como Italia, Turquía o, incluso, Israel.

BBVA advierte por las protestas en Marruecos y contra Israel

«Los indicadores de protestas mostraron movimientos notables esta semana. El avance más significativo sucedió en Marruecos, donde las manifestaciones lideradas por los jóvenes del movimiento ‘Gen Z 212’ tuvieron lugar por décima noche consecutiva, presionando la señal de protestas del país hacia arriba, siendo la ola de protestas más prolongada desde la Primavera Árabe», destacan en BBVA Research. El alza es del 7,1%, apenas dos puntos más que en el caso de España.

Las tensiones políticas de carácter interno sí parecen estar suavizándose ligeramente, aunque siguen en máximos del año. La vuelta del curso político ha venido de la mano con las protestas pro-palestinas, con el Gobierno avalando las manifestaciones y aprovechando la ‘resaca’ para aprobar un inédito embargo de armas a Israel, que fue convalidado este miércoles en el Congreso de los Diputados.

Además, el Ejecutivo se comprometió a aprobar unos nuevos Presupuestos y también propuso un Pacto de Estado contra el Cambio Climático, después de la brutal oleada de incendios forestales del verano, pero ambas medidas aún no han sido concretadas. Uno de los primeros paso del proceso presupuestario, la validación del techo de gasto y la senda de déficit, aún no se han producido.

Otros índices, como el relativo a las tensiones políticas que se perciben en el extranjero, el de riesgos geopolíticos o el de conflictos también han registrado subidas apreciables en las últimas semanas.

Para hacerse una idea de lo que implica estar categorizado como «extremo», ese color apenas se utiliza en nueve ocasiones en el último monitor actualizado este miércoles. Es el caso del riesgo geopolítico de Polonia y Venezuela, uno bajo la constante amenaza de una invasión rusa y, otro, afectado por los ataques de Estados Unidos a barcos nacionales. En el caso de las tensiones políticas locales también se emplea en Estados Unidos, donde la división entre demócratas y republicanos parece irreconciliable y ya ha provocado un cierre del Gobierno. Otro, en India en relación con la incertidumbre sobre la política comercial mientras se negocian los aranceles impuestos por la Casa Blanca.

El monitor diario diseñado por BBVA Research bebe de una base de datos online que extrae su información de prensa de todo el mundo y formato en más de 100 idiomas. Con esta información construyen los distintos índices: el de riesgos geopolíticos, de tensiones políticas, de incertidumbre en políticas económicas, de protestas, de conflictos y de tensiones bilaterales entre países en concreto.

No es el único organismo que viene advirtiendo de un aumento de tensiones políticas y de la incertidumbre, algo que permea a la actividad económica ya que la certidumbre y la estabilidad son fundamentales para la inversión.

El Banco de España elabora un índice de incertidumbre sobre políticas económicas que, tras un respiro en agosto en plena época estival (y a pesar de la bronca partidista por los incendios), volvió a repuntar con los últimos datos de septiembre. En una investigación reciente elaborada por su servicio de estudios, constataron que la polarización política se había disparado en el último lustro.

«La polarización partidista afecta a la economía a través de múltiples canales. Puede derivar en gasto público improductivo al hacer las mayorías presupuestarias más difíciles, resultando en un gasto más alto sin mejoras en los servicios en la misma medida. La polarización aumenta la incertidumbre en políticas económicas, provocando que las empresas y los hogares retrasen sus inversiones y consumo, lo que puede enfriar el crecimiento económico. A menudo conlleva decisiones fiscales subóptimas, como un gasto excesivo o reformas diferidas, lo que exacerba los déficits presupuestarias y la deuda pública», apunta la investigación.

A esto se suma que las divisiones partidistas profundas «disparan cambios frecuentes en políticas y bloqueos legislativos, lo que erosiona la confianza de los inversores y complica la planificación a largo plazo». La credibilidad de toda la economía está en juego porque la polarización severa «causa una política exterior inconsistente y previene la cooperación internacional».

Las previsiones del BBVA Research ya contabilizaron en sus proyecciones de junio, las últimas publicadas, cuáles eran los efectos de la incertidumbre sobre la economía española. En concreto, el servicio de estudios de la entidad apuntó a un impacto de una décima para este año y de tres para el que viene, lo que equivale a más de 6.000 millones del producto interior bruto (PIB).

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Álvaro Celorio

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