España, potencia de la UE con los aranceles más altos (17%) tras los acuerdos con Trump
Un estudio del Banco de España sitúa el arancel efectivo sobre las exportaciones españolas en el 17%, por encima de la media del euro y de países como Alemania o Francia
España, el país con el arancel más elevado
El acuerdo arancelario firmado entre la Casa Blanca y la Comisión Europea para evitar una guerra en la mayor relación comercial que hay en el mundo se ha visto en muchas capitales de los Veintisiete con escepticismo. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo pocas horas después de conocerlo que lo apoyaba «sin entusiasmo». El malmenorismo de evitar una escalada con la Administración Trump ha conllevado aceptar tasas del 15% sobre las exportaciones europeas, lejos de las cifras con las que llegó a amagar el mandatario estadounidense.
Sin embargo, este acuerdo criticado veladamente por Sánchez va a ser más perjudicial para las exportaciones españolas que para las del resto de grandes economías del euro. De acuerdo con los cálculos del Banco de España, el arancel efectivo aplicado por Estados Unidos a las ventas de nuestro país va a pasar de ser el 2% en 2024 a situarse en el entorno del 17% tras la imposición de estos nuevos derechos de entrada.
La cifra, compartida por la subgobernadora del Banco de España, Soledad Núñez, durante una intervención en los Cursos Europeos de Verano de Pamplona, evidencia que, a pesar de que la exposición comercial de España a Estados Unidos es limitada, el castigo será proporcionalmente mayor.
Según los cálculos de la entidad, el arancel efectivo (es decir, la cifra media sobre el total) que se aplique sobre las exportaciones de la zona euro será del 13%, toda vez se tengan en cuenta las excepciones y exenciones que la Comisión consiguió arrancar a la Casa Blanca. Por ejemplo, habrá tarifas reducidas para determinados productos, como a recursos naturales no disponibles como el corcho, todas las aeronaves y piezas de aeronaves, medicamentos genéricos y sus ingredientes, y precursores químicos.
España, por su especialización exportadora, estará más golpeada que otros países como Alemania o Italia (ambas con un arancel en el entorno del 16%) y que Francia (15%), las tres principales economías de la Unión Europea. De hecho, los derechos de entrada sobre las ventas españolas doblarán los que paguen las británicas (7%) y serán similares al impuesto aplicado a Japón.
Los cálculos elaborados por el Banco de España «incluyen todas las medidas anunciadas, aunque algunas no estén todavía en vigor o no hayan sido confirmadas por ambas partes del acuerdo». Es decir, recogen también la rebaja de los aranceles a los vehículos, fundamental para la industria europea, una medida que solo entraría en vigor una vez la Comisión Europea comience el procedimiento para rebajar las barreras arancelarias y abrir el mercado común a productos agroalimentarios procedentes de Estados Unidos.
Eso ocurrió este jueves, con la publicación de las dos propuestas de reglamentos por parte de la Comisión. Una abre la puerta a la entrada de productos agrícolas y cárnicos (de cerdo o de bisonte) en Europa y la otra elimina los aranceles sobre las importaciones de langosta estadounidense.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, volvió esta semana de vacaciones para reunirse con los principales grupos de exportadores afectados, junto a los titulares de Industria, Jordi Hereu, y de Agricultura, Luis Planas. El objetivo era conocer las necesidades de las empresas de cara a potenciales nuevas medidas de apoyo, después de que el Gobierno respondiera al golpe arancelario pocas horas después del anuncio de Donald Trump.
Más allá de la exposición comercial (la relación con Estados Unidos ya se está resintiendo), un canal por el que podrían trasladarse las tensiones económicas es a través del mercado laboral. De acuerdo con un estudio reciente de Caixabank Research, un 25,3% del empleo en España (es decir, más de cinco millones de puestos de trabajo) depende de la demanda final extranjera, ya sea a través del comercio de bienes o de servicios, como puede ser el turismo. En concreto, el trabajo que está ligado a la demanda procedente de Estados Unidos es el 2,2%, lo que supone en torno a 490.000 trabajadores, si tenemos en cuenta los datos de la última Encuesta de Población Activa.
Aunque reducida, la exposición en términos de empleo es superior al ámbito productivo. Pero inferior al de países como Alemania o Italia, con un 3,3% de los puestos de trabajo dependientes de la economía estadounidense. Con todo, señalan desde el centro de estudios, la dependencia española varía mucho en función del sector, siendo las industrias extractiva (53,6%) y manufacturera (45,7%), así como la agricultura (39,4%), las más expuestas a las decisiones del extranjero.
La decisión de un tribunal de apelaciones federal de Estados Unidos de declarar ilegales la mayoría de los aranceles decretados por Trump, aunque los mantiene de manera cautelar hasta mediados de octubre, añade incertidumbre al resultado final de la guerra comercial. Si bien la justicia ha dictaminado que el mandatario se excedió al adoptar las tarifas, cabe recurso al Tribunal Supremo con una mayoría ultraconservadora nombrada por el propio Trump en su anterior etapa. Y el acuerdo ya rubricado con la Unión Europea podría no estar en cuestión.