Alcoa se deshace de San Cibrao mientras firma unos beneficios récord desde 2018

Alcoa negocia con la SEPI la venta de la fábrica de aluminio primario de San Cibrao a la vez que cierra el primer trimestre del año con beneficios de 175 millones de dólares, impulsado por el alza de los precios de la alúmina y el aluminio

Foto de archivo de las protestas en la factoría de aluminio de San Cibrao. EFE/Emilio Pérez

Foto de archivo de las protestas en la factoría de aluminio de Alcoa en San Cibrao. EFE/Emilio Pérez

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La pasada semana, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aseguraba, a respecto del futuro de la planta de Alcoa en San Cibrao y los posibles inversores interesados, que el aluminio vive “un momento dulce”. La corporación americana dueña de la única planta de aluminio primario que queda en España acredita la frase. Este jueves, la multinacional dio a conocer sus resultados correspondientes al primer trimestre del año, en los que consiguió un beneficio de 175 millones de dólares, unos 146 millones de euros. Su presidente, Roy Harvey, calificó de “excelente” el arranque del ejercicio del grupo, que firmó “su mejor resultado trimestral desde un año récord en 2018”. El aumento de ganancias e ingresos, previstos por el mercado, está, según el directivo, en el control de los costes de producción, una mayor demanda y el incremento de los precios de la alúmina y el aluminio. También en las desinversiones, ya que la compañía cerró la venta de su laminador en Warrick (Indiana).

Se trata de un cambio considerable con respecto al año pasado. La compañía cerró el cuarto trimestre de 2020 en rojo, con unas pérdidas de 4 millones de dólares. El primer trimestre del pasado ejercicio, que precedió al estallido de la crisis del coronavirus, los de Roy Harvey consiguieron unas ganancias de 80 millones de dólares. Los ingresos de la corporación también se incrementaron un 20% con respecto al mismo periodo del año anterior, hasta llegar a los 2.870 millones de dólares. El Ebitda se incrementó en más de un 40% hasta los 521 millones de dólares.

San Cibrao

Pero, en la presentación de resultados trimestrales de Alcoa, ¿hubo espacio para la situación de San Cibrao? En la nota de prensa remitida la pasada noche (hora española), la compañía evidencia su intención de llegar a un acuerdo con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, la SEPI, para la venta de la factoría de aluminio, de la que dependen más de medio millar de trabajadores solo de forma directa.

Los de Pittsburgh recuerdan que en octubre de 2019 iniciaron un proceso de revisión de activos que incluía desde evaluaciones de mejora hasta posibles reducciones de producción, cierres o desinversiones. Así, destacan que el pasado enero llegaron a un acuerdo con el comité de empresa de San Cibrao por el cual los trabajadores suspendieron su huelga tanto en la refinería de alúmina como en la fundición de aluminio para que la empresa negociase “un proceso de venta exclusiva con la SEPI, una entidad de propiedad del Gobierno español”.

Alcoa destaca que “ha cumplido con los términos del acuerdo para realizar la venta«, ha entregado un term sheet a la SEPI y, en este momento “continúa evaluando posibles soluciones”.

Negociaciones atascadas

En efecto, y tal y como trascendió la pasada semana en España, Alcoa y Gobierno central continúan negociando una salida para la factoría de San Cibrao. El grupo aluminero trasladó que estaba dispuesto a traspasar el activo por un euro, además de otorgar una considerable suma de dinero. Una cantidad que, según explicó en una carta remitida a su plantilla, “compensaría las responsabilidades y obligaciones generadas por la planta de aluminio hasta su venta”. No obstante, los americanos solicitan un blindaje ante reclamaciones o procesos judiciales futuros una vez venda la planta, una cláusula de indemnidad que se habría convertido en un escollo en las negociaciones con el Ejecutivo central.

Aunque el Gobierno es reacio a esta cláusula –sobre todo teniendo en cuenta los problemas en los que ha derivado la venta de las antiguas factorías del grupo en A Coruña y Avilés en un proceso que contó con su respaldo— Alcoa insiste en que es “completamente habitual en este tipo de operaciones acordar las limitaciones de responsabilidades del vendedor”. “Esto es lo que pretende abordar esta cláusula y es aún más relevante sabiendo que la SEPI prevé, posteriormente, vender esta planta a un tercero”, insistía la compañía en la misiva que trascendió la pasada semana y en la que también evidenciaba que aún no ha recibido respuesta por parte del Ejecutivo central a la carta con los detalles de la negociación que envió el pasado febrero.

Este jueves, el presidente del comité de empresa de San Cibrao, José Antonio Zan, solicitaba a la empresa que rebajase sus exigencias para facilitar la venta. Los trabajadores también piden al Ejecutivo garantías de solvencia del futuro comprador al que el Estado venderá la planta una vez en su poder. Esta reclamación viene motivada por la situación de Liberty House, la única compañía que hasta ahora ha evidenciado de forma pública su interés en hacerse con el activo de A Mariña lucense. Su dueño, el conglomerado británico GFG Alliance atraviesa una sonora crisis debido a la quiebra de su principal financiador, Greensill.

Así, todo parece indicar que Alcoa se deshará de la fábrica de aluminio primario de San Cibrao el año de su recuperación a nivel mundial. La compañía indicó en su presentación de resultados ante el mercado que esperaba un 2021 “sólido” basado “en una recuperación económica continua y una mayor demanda de aluminio en todos los mercados finales”. La multinacional explica que en este primer trimestre del año, los envíos de terceros de alúmina aumentaron aproximadamente un 7% mientras que los de alumunio lo hicieron un 13%, algo en lo que, destaca, influyó la reactivación de San Cibrao.

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