Las estrecheces del acero: Megasa reduce a una quinta parte los beneficios de su mayor fábrica en España
La planta del grupo siderúrgico de la familia Freire en Zaragoza, Megasider, vio cómo sus ganancias netas menguaban en un año de 27,6 a 4,9 millones, en un ejercicio marcado por la bajada de la demanda por parte de las industrias europeas
Interior de la factoría de Megasa en Zaragoza
El sector del acero afronta su particular crisis. Una menor demanda, ligada a un descenso de la producción de las grandes industrias europeas consumidoras y el incremento de los costes energéticos golpea al sector desde 2022. Y eso se nota en la cuenta de resultados incluso de las grandes del sector. También en la de Megasa, el gigante de la familia Freire, con base de operaciones en Narón (A Coruña). El pasado año, su gran planta en España, Megasider, localizada en Zaragoza, vio cómo sus beneficios caían a una quinta parte. De unas ganancias netas de 27,6 millones de euros pasó a 4,9 millones en un solo ejercicio.
Así queda expuesto en la última memoria anual de Megasider, recientemente remitida al Registro Mercantil y consultada por Economía Digital Galicia. En la misma se indica que la fábrica de barras corrugadas y otros perfiles estructurales de acero finalizó el ejercicio 2024 con una cifra de negocios que descendió ligeramente, de los 333,2 a los 306,5 millones de euros, así como un ebitda, beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones, que cayó de los 37,4 a los 11,7 millones de euros.
Con unos activos que se incrementaron de los 340 a los 363 millones, el resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, se redujo en más de un 80% hasta los 5,5 millones. El beneficio neto del ejercicio se quedó en una quinta parte, de 27,6 a 4,9 millones de euros.
Menos demanda, más competencia y costes
En su informe de gestión, los administradores de la filial del grupo de los Freire explican que 2024 estuvo marcado por distintos factores. Más allá de las tensiones geopolíticas, destacan “la baja demanda de acero consecuencia del descenso en la producción de las industrias europeas consumidoras, como la construcción, la ingeniería mecánica o la automoción”. Una situación agravada “por un exceso de oferta y con importaciones de acero procedentes de terceros países”, además del “incremento de los costes energéticos en Europa y muy especialmente en la Península Ibérica”.
Destacan desde la empresa que “en este escenario, los esfuerzos se centraron en la prevención y gestión de riesgos laborales, la maximización de la productividad y eficiencia mediante un proceso continuo de modernización y optimización de las instalaciones” así como “la optimización de los costes de fabricación y la diversificación de mercados y servicios”.
La de Megasider es la fábrica productiva más grande del grupo en España, que adquirió en 2016 a Arcelor Mittal y que en la actualidad cuenta con una plantilla media que ronda los 220 empleados. Siendo uno de los grandes motores de beneficios en el país, en 2023 el resultado del negocio aragonés ascendió a 27,6 millones de euros. No obstante, la fábrica de obtención y transformación de productos siderúrgicos se anotó unas ganancias de casi 68 millones en 2022.
La estructura del grupo
Los Freire consolidan los números de sus distintos negocios siderúrgicos, principalmente localizados en España y Portugal (allí cuenta con las antiguas fábricas de Siderugia Nacional en Maia y Seixal), a través del holding Bipadosa. De momento, los números conjuntos de todo el grupo aún no están disponibles para su consulta en el Registro Mercantil. Serán esas cuentas las que aporten una visión global del impacto de la particular crisis del acero en el negocio de la familia empresarial gallega.
En 2023, último ejercicio del que hay datos consolidados disponibles, el grupo vio cómo sus ingresos menguaban un 15%, de los 2.228 millones a los 1.902 millones de euros, mientras que los beneficios cayeron un 56%, de los 260,14 a los 113,7 millones de euros.
Pese a las estrecheces del momento actual, la multinacional destaca su rentabilidad. Megasider no tiene deuda bancaria y su pasivo corriente representaba poco más del 30% del activo a finales del año pasado, algo que para sus administradores evidencia su fortaleza. “La sociedad, gracias a su sólida situación financiera y su capacidad para adaptarse a los diferentes entornos, sigue apostando por el crecimiento apoyado en la maximización de la productividad, eficiencia y optimización de los costes de producción”, explican sus administradores.
Las otras sociedades españolas
La práctica totalidad de la producción de la factoría de Megasider en Zaragoza va a parar a Metalúrgica Galaica, la sociedad comercializadora del grupo, ubicada en Narón. Las cuentas de esta filial también han sido ya remitidas al Registro Mercantil y evidencian el recorte de beneficios.
El beneficio neto de la sociedad comercializadora retrocedió el pasado año un 24,2%, desde los 40,7 millones cosechados en 2023 a 30,8 millones.
La facturación de esta sociedad, a través de la cual Megasa canaliza sus ventas de corrugado, perfiles, alambrón, palanquilla o malla electrosoldada, ha bajado de 1.578 a 1.480 millones de euros en el último año. Se trata de una caída del 6,2% que ha tenido lugar principalmente por la negativa evolución de su mercado exterior, cuya contribución ha descendido de 967 a 883,4 millones de euros en el último año.
El otro gran negocio de Megasa en España está en su fábrica de producción también localizada en Narón y sostenida bajo la sociedad Megasa Siderúrgica, de la que penden cerca de 130 empleados. En su caso, su cifra de negocio retrocedió en 2024 de 225 a 211,3 millones, aunque logró duplicar sus ganancias de los 529.000 a los 942.000 euros. «La sociedad está realizando importantes inversiones para garantizar la sostenibilidad de la energía que consume mediante proyectos de autoconsumo de energía renovable», destaca la empresa en su última memoria anual.