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Grupo Villar Mir regresa como gran promotor eólico a Galicia con 350 MW en pleno bloqueo judicial
Tras la oleada de desinversiones y la refinanciación de deuda, el grupo logró aprobar más de 160 megavatios para abastecer la planta de Ferroglobe en A Coruña y tramita otras dos grandes instalaciones de 86 y 78 megavatios
Juan Miguel Villar Mir junto a Florentino Pérez / Manuel Pinilla Cruces
No es el mejor escenario para proyectar parques eólicos en Galicia, ni tiene Grupo Villar Mir demasiado fuelle para acometer inversiones, pero el caso es que la compañía ha vuelto a pisar fuerte en la comunidad, ya no para producir ferroaleaciones o explotar minas, sino como promotor de renovables. El antiguo dueño de las fábricas de Cee y Dumbría y de las centrales hidroeléctricas del Xallas tramita en suelo gallego más de 350 megavatios. Y podría ser alguno más si la Xunta no hubiese denegado el San Vicente de Noal, en Porto do Son, por su impacto ambiental.
La apuesta renovable de Juan Miguel Villar Mir, uno de los herederos del exministro de Hacienda, llega tras la venta del negocio que ahora opera Xeal en A Costa da Morte y tras rebajar drásticamente su participación en Ferroglobe, el grupo que controla la planta de A Coruña. Conserva un 35,9% del 57% que tenía tras la fusión de Ferroatlántica y Globe, y las acciones están puestas como garantía del crédito de 365 millones que le concedió Tyrus en 2018. Fueron algunas de las múltiples desinversiones de la compañía, como OHLA o Fertiberia, para intentar atender su deuda. Aún así, el año pasado puso en marcha un plan de reestructuración sobre 332 millones de deuda.
A pesar de las vacas flacas, los Villar Mir han multiplicado las inversiones en Galicia tras caminar en la dirección contraria. Las multiplican, al menos, sobre el papel. En la planta de Sabón, Ferroglobe recogía en su memoria una inversión de 28 millones para su proceso de descarbonización, tras conseguir 11,7 millones de los fondos europeos otorgados por el Ministerio de Industria. Y al eólico podría destinar más de 300 millones si consuma los parques que ha proyectado.
La energía verde de Ferroglobe
El pasado agosto, Alfonso Rueda anunció la aprobación de los parques eólicos Baro y Greco, que están llamados a convertirse en las dos primeras instalaciones que generen beneficios sociales en base a la nueva Ley de recursos naturales. Estos beneficios serán rebajas en la factura de la luz en 17 municipios afectados por los parques o por su línea de evacuación, si bien el premio gordo se lo llevará la planta de Sabón mediante la firma de PPA para el suministro de energía verde a las instalaciones.
El parque eólico Baro, de 52 megavatios, se ubicará en la provincia de Lugo y los municipios que recibirán los beneficios sociales son Castro de Rei, Lourenzá, Meira, Mondoñedo, A Pastoriza, Pol y Riotorto. En el caso de Greco, el tamaño es bastante superior. Se trata de 109,2 megavatios en Cerdedo-Cotobade, A Lama, Fornelos de Montes y Avión, que costarán unos 62 millones de euros, según la documentación remitida por el grupo. Los concellos que se beneficiarían de las bonificaciones en la factura de la luz serían, en este caso, A Cañiza, Cerdedo Cotobade, El Covelo, Fornelos de Montes, A Lama, Ponte Caldelas, Avión, Beariz, Carballeda de Avia y Melón.
Otros dos grandes parques
Villar Mir tiene otros dos grandes parques en tramitación. Uno afecta a los municipios de Riotorto, A Pastoriza, A Pontenova, Meira, Pol y Castro de Rei, en la provincia de Lugo, y se denomina Arno, de 86,8 megavatios. El otro se llama Abalar y se construirá en Vimianzo, Muxía y Dumbría, en la provincia de A Coruña, sumando 78 megavatios más a la cartera del grupo. Tanto estos dos proyectos, como los de Baro y Greco, se tramitaron a través del Gobierno central, si bien la Xunta tiene que conceder los pertinentes permisos. Suman, entre todos, 326 megavatios.
No será fácil que salgan adelante pues, cuando menos respecto al mayor de todos, Greco, ya han anunciado su oposición grupos ecologistas y también el BNG, por lo que es previsible que se produzcan numerosas alegaciones o que acabe judicializado. En Galicia hay más de 60 parques suspendidos por el Tribunal Superior de Xustiza ante el riesgo ambiental que supondría su construcción. La Sala de lo Contencioso debe ahora resolver los distintos recursos tras la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea a la cuestión prejudicial que plantearon los magistrados y en la que avaló la tramitación de la Xunta, aunque eso no garantiza que el TSXG les de luz verde.
La inversión prevista por Grupo Villar Mir en estas cuatro instalaciones es de 272,2 millones, siendo el parque eólico Abalar el más costoso, con un presupuesto de 86,8 millones. Le sigue Arno, de 75,2 millones; Greco, de 62 millones; y Baro, de 48,2 millones.
Problemas con la justicia
Uno de los parques que se encuentra en situación de suspensión cautelar por parte del TSXG es el Monte da Croa, proyectado en Vimianzo y Dumbría, muy cerca de las plantas de Xeal. Villar Mir preveía invertir allí 27 millones e instalar 27,9 megavatios, pero no pasó el filtro judicial. Este proyecto está liderado por una filial del grupo, Cartera Vimira, que junto a Mowe está siendo el brazo operativo de los Villar Mir para sus desarrollos eólicos en Galicia.