Apuros para Adolfo Domínguez: vende locales para pagar préstamos del ICO y reestructura su deuda

A la venta de un local en propiedad en Bilbao, de cuyo importe el grupo destinó el año pasado casi tres millones a cancelar de forma anticipada un crédito ICO, se suma otro en Oporto que enajenó en abril, y la revisión de sus acuerdos con el pool bancario para afrontar próximos vencimientos de deuda

Adriana Domínguez, presidenta ejecutiva de Adolfo Domínguez. (EFE)

Adriana Domínguez, presidenta ejecutiva de Adolfo Domínguez. (EFE)

Adolfo Domínguez transita entre la arruga y las estrecheces. Nada nuevo bajo el sol a excepción del camino que tiene por delante en los próximos meses y para el que parecen centrados todos sus esfuerzos. La fecha marcada en rojo en el calendario es la del vencimiento, en abril de 2026, de los últimos pagos de la devolución del préstamo del ICO, con un importe pendiente de amortizar de 2,8 millones de euros. Aunque el grupo de moda cumple con los pagos, el negocio recurrente no parece suficiente para generar los ingresos que hagan frente a estos vencimientos. Para ello, recurre tanto a venta de locales, el año pasado y este, como a la reestructuración de su deuda financiera.

Debido a la crisis del Covid, la compañía solicitó en 2020 préstamos a largo plazo avalados por el ICO por importe de 15,5 millones de euros con vencimiento en abril de 2026. Desde entonces, Adolfo Domínguez ha ido cumpliendo con el calendario de amortización anual de manera que este año el importe pendiente asciende a 2,8 millones. En 2023, el importe ascendía a 8,6 millones de euros. En el último ejercicio la compañía ha devuelto de forma anticipada 3 millones de euros.

Desde el punto de vista de la estructura de capital, el saldo de deuda financiera neta asciende a 6,3 millones de euros (10 millones de euros el ejercicio precedente), lo que apenas representa un 36% del patrimonio neto. El problema no reside en la estructura de financiación de Adolfo Domínguez, si no en su fondo de maniobra, que permanece en negativo. De ahí que tenga que recurrir a vías extraordinarias.

Ventas de locales

El año pasado Adolfo Domínguez firmó la venta del local situado en Bilbao donde estaba ubicada una de sus tiendas de gestión directa. El importe de la operación, 3,1 millones de euros. Del total obtenido con la transacción, dice Adolfo Domínguez en su memoria, se han destinado 2,9 millones de euros a la cancelación anticipada de los préstamos ICO.

Este mismo año, en abril, la compañía ha vendido el local que tenía en propiedad y donde está ubicada la tienda de Oporto, con un contrato de alquiler a cinco años. Es uno de los hechos posteriores al cierre del ejercicio, en febrero, que señala Adolfo Domínguez, y cuando la compañía firma unas ventas del primer trimestre planas, estancadas. Es por ello que también este mismo año activa la revisión de sus acuerdos con la banca, de la que da cuenta su memoria.

Reestructuración

El grupo ha dado este mismo año varios pasos en la misma dirección. Por un lado, ha formalizado un préstamo bullet a 10 años con la filial en Japón para el pago de su deuda no corriente, por importe de 4,6 millones, devengando intereses a tipos de mercado. El préstamo bullet implica que el pago del capital se realiza en una sola cuota al final del plazo, mientras que se pagan los intereses de manera periódica durante la vida del préstamo, aligerando la carga.

Adolfo Domínguez también ha firmado un waiver (una exención, una dispensa) con diversas entidades bancarias que autoriza la ampliación del límite de endeudamiento del contrato marco en 12 millones adicionales, del cual a la fecha de formulación de las cuentas, en febrero, se había negociado un importe de 7 millones de acuerdo con las necesidades de financiación contempladas en la previsión de tesorería para este ejercicio. “Permitirán al Grupo Adolfo Domínguez cumplir con sus obligaciones de acuerdo con los objetivos marcados en el presupuesto del próximo ejercicio”, dicen sus gestores.

Más acuerdos

Dos pasos más tras la aprobación de las cuentas. Con el fin de reforzar el circulante y financiar las necesidades del negocio, Adolfo Domínguez tenía prevista para mayo la firma de nuevas líneas de financiación, por importe de hasta 5 millones de euros. Y se encontraba también en negociaciones para la renovación y extensión del acuerdo marco de financiación hasta febrero de 2026, fecha de vencimiento de los préstamos ICO, “con objeto de equilibrar las necesidades financieras en el corto y largo plazo”.

Fondo de maniobra negativo

¿Y por qué hace todo esto Adolfo Domínguez si su deuda bancaria se mantiene en parámetros gestionables y a la baja? Pues tiene una explicación. El fondo de maniobra es negativo en 12,8 millones de euros, “como consecuencia principalmente”, dice la compañía, “de las inversiones realizadas durante el ejercicio, aproximadamente 2,4 millones, así como de los esfuerzos necesarios para mantener el crecimiento sostenido de la cifra de ventas”. Tras esa explicación subyacen los problemas para ganar dinero del grupo, algo estructural.

Durante el año pasado, las ventas de Adolfo Domínguez se incrementaron un 7,8 %, hasta los 136 millones. El resultado del ejercicio y el ebitda se situaron, respectivamente, en 908.000 euros (730.000 euros en 2023) y 16,9 millones (17,3 millones en 2023), “por debajo del año anterior por el impacto de los costes de logística e incremento de estructura”, dice la compañía.

El propio consejo muestra su preocupación por esos casi 13 millones de fondo de maniobra negativo, y así lo transmite en la memoria. Consideran que la compañía se encuentra en disponibilidad de hacer frente al mismo basándose, entre otras cuestiones, en “la estabilización de la inversión para el próximo ejercicio, la continuidad en la tendencia positiva en crecimiento del ebitda y la existencia de líneas de financiación no dispuestas para financiar las actividades del Grupo Adolfo Domínguez”.

Comenta el artículo
Avatar

Historias como esta, en su bandeja de entrada cada mañana.

O apúntese a nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta