Reino Unido da plenos poderes a Navantia sobre el megaproyecto de la Royal Navy y podrá designar las contratas

El ministro de Defensa británico ha revelado en la Cámara de los Lores que Navantia UK, la filial que compró Harland & Wolff, será ahora la responsable de gestionar a la red de subcontratas del macrocontrato en Reino Unido

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, durante un acto en los astilleros de Ferrol / Navantia

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, durante un acto en los astilleros de Ferrol / Navantia

El Gobierno británico da plenos poderes a Navantia UK con su macrocontrato para la Royal Navy. El ministro de Defensa británico, Vernon Coaker, ha revelado durante una intervención en la Cámara de los Lores que la filial británica de Navantia será la «responsable de gestionar a sus subcontratistas, incluido Harland & Wolff, con protecciones garantizadas a través de los principales acuerdos contractuales«.

En respuesta a una pregunta formulada por la baronesa Ritchie de Downpatrick (también laborista), el ministro británico deja en manos de Navantia la gestión de la red de subcontratas también de Reino Unido. Navantia UK asume, de esta manera, un poder completo sobre este encargo valorado inicialmente en 1.600 millones de libras (unos 1.840 millones de euros) para la construcción de tres buques de aprovisionamiento para la Royal Navy.

Navantia se adjudicó este contrato en alianza con sus socias BMT y Harland & Wolff, con las que conformó el Team Resolute. La primera se encarga de los trabajos de diseño mientras que la segunda, conocida por haber construido el Titanic el siglo pasado, asumiría la construcción de los bloques de los buques en sus astilleros de Appledore y Belfast, en donde, además, se llevaría a cabo el ensamblaje de los bloques.

Navantia, por su parte, gestionaría el programa y llevaría a cabo la integración de ingeniería, compras, planificación. Además de ello, sus astilleros de la Bahía de Cádiz tendrían asignada la fabricación de casi un tercio de los bloques de los buques.

El rescate de Harland & Wolff

Sin embargo, a estas labores que inicialmente tenía Navantia se sumarán también la propia gestión de la red de subcontratas en Reino Unido como consecuencia del rescate de Harland & Wolff. Esta última entró en quiebra a finales de 2024, algo que dejaba en jaque sus cerca de 1.000 empleos y, además, amenazaba con asestar un golpe letal a los intereses del Team Resolute.

Ante esta situación, Navantia inyectó 93 millones de libras (107 millones de euros al cambio actual) para hacerse con la compañía y mantener a flote sus astilleros de Belfast, Appledore, Methil y Arnish. Además de la propia compra, Navantia UK también avanzó otros planes para invertir 115 millones de libras (132 millones de euros) en la modernización de las instalaciones, con algo más de 100 millones destinados exclusivamente al astillero de Belfast, que ocupa un papel clave en la ejecución del programa FSS.

«Esta inversión fortalecerá aún más las prestaciones de Reino Unido, modernizando las instalaciones de construcción naval en Belfast y aumentando la productividad y la capacidad«, ha reivindicado el ministro de Defensa británico, Vernon Coaker, durante su intervención en la Cámara de los Lores.

El reparto de la carga de trabajo

El de la Royal Navy es uno de los mayores contratos de la historia de Navantia. El encargo insuflará carga de trabajo a la empresa pública española tanto por los trabajos de ingeniería ya mencionados como por la propia construcción de parte de los bloques. El Gobierno británico reveló en el pasado que siete de los 21 bloques que compondrán estas embarcaciones se producirían en Puerto Real, mientras que los 14 restantes correrían a cargo de los astilleros de Appledore y Belfast.

Sin embargo, esta hoja de ruta ha tenido que rehacerse como consecuencia de la compra de Harland & Wolff y la puesta en marcha de inversiones en Belfast. Este golpe de timón deja a Ferrol como uno de los principales beneficiados. Con carga de trabajo asegurada para casi una década de la mano de las fragatas F-110, el astillero de la ciudad departamental asumirá la construcción de dos bloques del primer buque de apoyo logístico que el grupo español construirá para la Royal Navy.

Está previsto que los trabajos tanto en Ferrol como en Puerto Real, donde se mantiene la carga de trabajo prevista, arranquen en el primer semestre de 2026. Las instalaciones españolas moverán ficha, de esta manera, unas semanas después de que el astillero de Appledore protagonice el simbólico corte de chapa del primer bloque. La integración, pruebas de mar y entrega de los buques se realizará, como estaba previsto, en el astillero de Belfast.

Está previsto que estas tres embarcaciones de aprovisionamiento estén operativos en 2032. Con sus 212 metros de eslora, estos buques se erigen como unos de los más grandes de la flota británica y están diseñados para reabastecer de víveres, municiones y otros suministros a otros barcos de la Royal Navy en alta mar.

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