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Stellantis e Inditex no bastan: el PIB gallego crece por los servicios ante la contracción de la industria
Los servicios públicos y las actividades profesionales lideran la aportación al crecimiento del PIB en Galicia en 2025, mientras la industria se sitúa a la cola; BBVA Research advierte que la automoción, atascada con el vehículo eléctrico, tendrá una influencia decisiva en la evolución del PIB

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en una imagen de archivo en la factoría de Stellantis en Vigo / Xunta
BBVA Research presentó este miércoles sus previsiones sobre la evolución económica de Galicia, en las que estima que el PIB de la comunidad se incrementará un 2,3% en 2025, por debajo del 2,5% estatal; y un 1,8% en 2026, por encima de la media española, para la que el centro de estudios calcula un avance del 1,7%. Las previsiones de BBVA, en todo caso, marcan una clara desaceleración desde el 3,3% de crecimiento de 2024, tendencia común al conjunto del Estado.
El informe apunta al consumo interno y al gasto público como elementos clave para el crecimiento, frente a la desaceleración de las exportaciones y del turismo, afectado por los incendios de este verano, y la «debilidad» de la industria. De cumplirse las previsiones, la tasa de paro podría reducirse hasta el 8,6% y podrían crearse 29.500 empleos hasta 2026. La contribución sectorial prevista deja a dos palancas clave de la economía gallega, como la industria y el agroalimentario, a la cola en cuanto a su aportación al avance del PIB y el empleo. Frente a ellos, los servicios pasarían a liderar el crecimiento.
Esta distribución dibuja también una distinción geográfica, con el predominio del sector agroalimentario en el rural progresando a menor velocidad, y los mayores servicios del ámbito urbano, que marcan mejores ritmos de crecimiento.
Las incertidumbres de la automoción
El informe toma como referencia los datos de afiliación a la Seguridad Social para identificar los sectores que están impulsando el crecimiento. La mayor aportación, tanto en el último ejercicio, como en el periodo entre 2019 y 2024, viene del sector público, de los servicios privados y del comercio y hostelería. Estas áreas aportan aproximadamente dos tercios del crecimiento del PIB gallego.
En cambio, los sectores ligados a la industria (manufacturas, industria extractiva y energía) ocupan los puestos de cola en la contribución al crecimiento, mientras que el sector agroalimentario incluso resta al PIB tanto en la serie larga como en el actual ejercicio. Estas actividades tienen un peso importante en el conjunto del PIB gallego, por encima del 17% en el caso de la industria y del 6% en el sector agroalimentario, que es además un elemento de cohesión territorial.
El economista jefe de BBVA Research para España, Miguel Cardoso, explicó que la industria «continúa contrayéndose» tanto en España como en Galicia, lo que puede percibirse en la evolución del índice de producción industrial por el retroceso continuado en los bienes intermedios (componentes) y bienes de equipo, que vinculó a las incertidumbres que atraviesa el sector automotriz en el proceso de electrificación. Esta caída se vio compensada por el crecimiento de los bienes de consumo, con el textil y el automóvil como sectores clave. La producción de energía cayó por tercer año consecutivo, probablemente, señaló Cardoso, por una menor demanda para las plantas de cogeneración.
Las exportaciones, también lideradas en Galicia por el textil y la automoción, también marcan un cierto estancamiento (+0,6%) respecto al crecimiento de 2024 (+3,1%) «por las dificultades de los bienes de equipo y en las ventas a Francia y Alemania», dice el estudio. Precisamente, Cardoso explicó que el principal temor al impacto de las políticas arancelarias de Donald Trump radica en el efecto que pueda tener sobre estos países europeos, a los que Galicia tiene mucha más exposición que a Estados Unidos en cuanto a su comercio exterior.
Stellantis y la industria auxiliar
El economista jefe de BBVA Research dio gran importancia a la evolución futura de la industria automotriz, a la que atribuyó una influencia «decisiva» en el crecimiento de Galicia y de la industria gallega, al representar alrededor del 25% de la producción industrial. «Afronta retos muy importantes y dependiendo de como los supere va a influir decisivamente en el crecimiento«, dijo Cardoso respecto a un sector que en Galicia capitanea Stellantis –aunque no mencionó nombres de empresas– como punta de lanza de una larga cadena de valor en la que se integra toda la industria auxiliar, proveedores y centros tecnológicos.
El estudio muestra que la producción de vehículos ha tenido un comportamiento mejor que los bienes intermedios, donde se registran tres años de caídas que alcanzan niveles muy importantes, de hasta el 15%, y que impactan en pymes y proveedores. Cardoso apuntó a la transición hacia el vehículo eléctrico y a su acoplamiento al consumo como uno de los factores de riesgo, al igual que la difícil competencia con China.
Stellantis, que opera en Vigo la principal fábrica de vehículos de España por volumen de producción, cerró el primer semestre del año con pérdidas de 2.300 millones y con una caída del 6% en las ventas. En Estados Unidos, tradicional motor de beneficios del grupo, retrocedieron un 25%, mientras que en territorio europeo se mantuvieron en la media, con un descenso del 6%. La compañía, que puso fin el año pasado a la etapa de Carlos Tavares, aseguró importantes inversiones en Vigo y Zaragoza, con la instalación de la plataforma STLA para la construcción de la nueva generación de vehículos eléctricos en las dos plantas, y con el proyecto de la gigafactoría de baterías en Aragón.