La CIG estima que la fusión con BBVA destruirá tantos empleos como los que genera el Sabadell en Galicia
El principal sindicato de Galicia estima un recorte aproximado de 375 empleos en la comunidad con la integración de las dos entidades y muestra su oposición a la operación, al igual que el resto de centrales con representación en el Sabadell

Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell, y Carlos Tores y Onur Genç, presidente y CEO de BBVA
Los sindicatos del Sabadell han puesto negro sobre blanco su oposición a una fusión con el BBVA. Entre ellos está la CIG, el principal sindicato en Galicia, que ha emitido un dictamen respecto a la posible integración de las dos entidades y que el propio Sabadell ha remitido a la CNMV. En el escrito, la central sostiene que su principal temor es una reducción «brutal» de personal si la opa, ahora ya autorizada por el regulador bursátil, llega a buen puerto.
«Entendemos que si el BBVA promovió esta operación fue por una cuestión de beneficio empresarial y, al igual que en el resto de operaciones entre entidades financieras, al final, el pretendido beneficio empresarial se consigue en gran medida, con una reducción brutal de personal«, señala la CIG en un escrito fechado este 12 de septiembre.
Según los datos del sindicato, a cierre del primer semestre de este ejercicio, el BBVA contaba con 789 trabajadores en Galicia, mientras que Banco Sabadell tenía 375 empleados. «Estimamos que una fusión al uso, pondría en peligro prácticamente la totalidad de los puestos de trabajo equivalentes a la planilla del Banco Sabadell en Galicia», apunta.
La CIG ya piensa en el ERE
El sindicato señala que, por la experiencia de otros EREs, la entidad absorbida es la que reduce un mayor número de trabajadores, por lo que apunta a un mayor impacto en el Sabadell. «La única alternativa para las salidas de trabajadores y trabajadoras, justificadas por duplicidades, serían el ofrecimiento de prejubilizaciones», apunta la CIG, que advierte que la movilidad funcional o geográfica debe ser limitada y voluntaria para el empleado.
Además, se posiciona en contra de procesos de externalización a otras empresas de trabajos bancarios desarrollados por el personal de BBVA y Sabadell y solicita que se limite la «presión comercial», que, según asegura, «está provocando en el personal de los bancos un altísimo grado de estrés que repercute negativamente en su salud».
El papel del Gobierno
No ignora la CIG que el Gobierno ha impuesto determinadas condiciones al BBVA para la absorción del Sabadell, como la preservación del empleo y del crédito a pymes durante tres años, si bien recuerda que el propio banco las recurrió ante el Tribunal Supremo y que la Comisión Europea incoó un procedimiento contra el Estado español al entender que determinadas disposiciones de la legislación bancaria vulneran las competencias exclusivas del Banco Central Europeo. «Puede suceder que las condiciones impuestas por el Consejo de Ministros y Ministras sean anuladas, bien por el Tribunal Supremo o bien a resultas del procedimiento instado por la Comisión Europea», lamenta la central.
El sindicato también recuerda que el sistema financiero en España está adquiriendo «características de oligopolio» tras el proceso de fusiones y absorciones, que «han provocado que miles de personas se hayan quedado sin empleo». En el caso de BBVA y Sabadell indica que en el año 2021 ejecutaron EREs que afectaron a 2.900 personas, en el primer caso, y a 1.630 en el segundo.
Oposición de los sindicatos
La CIG comparte posicionamiento con el resto de sindicatos con representantes en el Sabadell, pues todos han expresado su rechazo a la opa en una serie de dictámenes remitidos al consejo de administración de la entidad financiera. Además de la organización gallega, remitieron escritos UGT, Intersindical, Euskal Sindikatua y Sindicato Independiente Grupo Banco Sabadell (Sicam).
UGT, que ha remitido el informe más extenso de los cuatro, ha manifestado su «oposición firme a la OPA hostil» lanzada por BBVA. La fuerza sindical ha indicado que su rechazo se basa en un análisis de las repercusiones económicas, laborales y sociales que emanan de varios informes encargados por el propio sindicato, incluido uno a la Universidad Autónoma de Madrid.
Asimismo, la agrupación de trabajadores prevé la destrucción de entre 7.500 y 10.500 empleos directos, tomando en consideración una horquilla de entre el 40% y el 55%. Esta horquilla se ajusta a una destrucción de empleo del 45,5% de las plantillas de bancos absorbidos, que es la media que se ha producido en España en las fusiones anteriores «más significativas» examinadas por UGT. La central también ha criticado que se producirá un deterioro de las condiciones laborales, un «cierre masivo» de oficinas y una reducción del crédito disponible de hasta 54.000 millones de euros.
Pesimismo sindical
De su lado, La Intersindical ha considerado que la destrucción de empleo podría ser de 5.400 personas, extrapolando las cifras del último expediente de regulación de empleo (ERE) de Banco Sabadell. También se ha opuesto al cierre de 300 oficinas que prevé BBVA. «Las experiencias de las últimas entidades absorbidas por BBVA no nos dan ningún motivo para ser optimistas», han asegurado este sindicato.
Euskal Sindikatua ha manifestado que «no es admisible que los costes de los ajustes que pudiera acabar generando una operación de estas dimensiones recaigan sobre las plantillas a través de medidas traumáticas»; mientras que Sicam ha manifestado su «firme oposición» a la OPA por ser una «grave amenaza» para los derechos laborales de empleados y para la estabilidad del sistema financiero.