La otra cara del reinicio de Alcoa: San Cibrao encaja todavía tres cuartas partes de su plan de recorte mundial
La multinacional, que prevé la reactivación completa de su planta de aluminio de San Cibrao a mediados del año que viene, centra en su complejo de A Mariña el 74,1% de su plan de ajuste en todo el mundo
La fábrica de Alcoa, en San Cibrao, Lugo, Galicia (España). Carlos Castro – Europa Press – Archivo
Alcoa define su calendario para la vuelta a la normalidad en San Cibrao. Tras sellar un acuerdo clave con la energética Ignis, que se hace con una participación del 25% en el complejo de A Mariña Lucense, la multinacional estadounidense prevé que la planta de aluminio esté plenamente operativa a mediados de 2026, tal y como defendió su vicepresidenta, Molly Beerman, en la conference call posterior a la presentación de resultados.
La compañía inició a finales de 2024 un proceso de rearranque que se vio interrumpido como consecuencia del apagón del pasado mes de abril, ante el cual la compañía exigió garantías de que una situación así no se volvería a repetir. Esta alteración en su hoja de ruta, unida a los récords de actividad en el año que Alcoa ha registrado en «cinco plantas de aluminio de Canadá, Noruega, Australia y Estados Unidos», ha provocado que el complejo de San Cibrao encaje actualmente tres cuartas partes de los recortes de la firma en todo el mundo.
El mapa de la alúmina de Alcoa
Así lo revela la propia empresa en su última presentación de resultados del tercer trimestre. En ella, Alcoa pone de manifiesto que la planta de alúmina todavía opera a mitad de su capacidad (800.000 toneladas métricas sobre un total de 1,6 millones de producción potencial).
La factoría se encuentra en esta situación desde mediados de 2022 y es, junto a la de Poços de Caldas, la única sobre la que todavía se aplica algún tipo de recorte. En el caso de esta instalación ubicada en Brasil, la capacidad instalada es de 390.000 toneladas métricas, pero en la actualidad solo produce 176.000 toneladas.
Las plantas de São Luís (Alumar) y las australianas Wagerup y Pinjarra operan a plena capacidad con una producción que va de los 2,08 millones de la primera a los 4,7 millones de la última. De esta ecuación ya no forma parte la otra factoría de alúmina de Alcoa en Australia (la de Kwinana, de 2,2 millones de capacidad), que fue clausurada en este tercer trimestre tras llevar más de un año sin actividad.
Los recortes de Alcoa con el aluminio
La alúmina se produce a partir de la bauxita a través del denominado proceso Bayer para, a continuación, convertirla en aluminio primario mediante la electrólisis. Alcoa, mediante su estrategia de integración vertical, abarca toda esta cadena de producción. Es por ello que la multinacional controla un total de 11 plantas dedicadas a la fabricación de aluminio primario.
Entre todas ellas suman una capacidad de producción conjunta de 2,645 millones de toneladas y solo 284.000 permanecen fuera de servicio. La mayor parte (163.000 toneladas métricas) se corresponden a la planta de aluminio de San Cibrao, que ha ido elevando sus niveles de producción pero que todavía se encuentra lejos de alcanzar su punto álgido (228.000 toneladas).
Este ajuste de producción es mayor al aplicado en las otras cuatro instalaciones sobre las que Alcoa aplica algún tipo de recorte temporal. No en vano, en Portland (Australia) son 32.000 toneladas de capacidad las que permanecen en fuera de juego, frente a las 25.000 de São Luís (Alumar), las 10.000 de Lista (Noruega) o las 54.000 de Warrick (Estados Unidos).
Las factorías canadienses de Baie Comeau (324.000 toneladas), Bécancour (350.000 toneladas) y Deschambault (287.000), la islandesa de Fjarðaál (351.000), la noruega de Mosjøen (200.000) y la estadounidense de Massena West (130.000) operan a pleno rendimiento.
El rearranque en San Cibrao
De esta manera, Alcoa prescinde actualmente de una capacidad de producción de 1,01 millones de toneladas de alúmina y de 284.000 toneladas de aluminio. Estas cifras suponen un descenso frente a los 3,2 millones de toneladas registradas en el trimestre anterior en el segmento de alúmina y 341.000 toneladas de aluminio, pero provocan que, en términos relativos, sea ahora San Cibrao el complejo que asume el grueso del ajuste.
No en vano, las factorías de A Mariña Lucense se encuentran a 963.000 toneladas de operar a pleno rendimiento, lo que supone un 74,1% del ajuste global de una Alcoa que mantiene en fuera de juego una capacidad conjunta de 1,298 millones de toneladas entre sus segmentos de aluminio y alúmina.
Alcoa afronta con este escenario la progresiva reactivación de su actividad en San Cibrao. «Para el cuarto trimestre de 2025, el segmento de aluminio prevé impactos desfavorables secuenciales de aproximadamente 18 millones de euros debido a ineficiencias en la reanudación de la fundición de San Cibrao y menores ventas de energía a terceros, parcialmente compensadas por mayores envíos», avanzaba la firma en su presentación de los resultados del tercer trimestre, en los que consumó su regreso a números rojos.
«La puesta en marcha en España va realmente bien. Nunca hemos cuestionado la capacidad de nuestros trabajadores en España para gestionar esas instalaciones extremadamente bien y las puestas en marcha van bien”, afirmaba Bill Oplinger, presidente de la compañía estadounidense.